Israel es el hermano menor del joven que el 2016 recibió 180 perdigones por la espalda mientras estaba en el suelo. La agresión fue cometida por el sargento de Carabineros Cristián Rivera en Curaco. Hoy su familia acusa nuevamente el ataque a uno de sus hijos en medio de la recuperación territorial de un fundo a cargo de la Forestal Mininco.
Tal y como informó la familia Hernández Huentecol a radio Kvrruf, desconocidos dispararon hacia la casa ubicada en el Lof Dawüllko Karülen. El hecho ocurrió el viernes pasado en Collipulli. Poco antes del mediodía se efectuaron múltiples disparos contra la casa de Israel Hernández Huentecol, uno de los hermanos menores de Brandon.
Hay que recordar que el 18 de diciembre del 2016, Brandon -quién tenía 17 años en ese entonces-recibió disparos (180 perdigones) mientras estaba en el suelo. La agresión ocurrió porque el joven fue en defensa de su hermano de 11 años quien fue atacado por uniformados mientras andaba en bicicleta. Los disparos fueron percutados por el sargento de Carabineros Cristián Rivera en Curaco, localidad ubicada a nueve kilómetros de Collipulli en la Región de la Araucanía.
Brandon estuvo 45 días hospitalizado y desde entonces se ha realizado 17 intervenciones quirúrgicas, además de vivir con los riesgos que implica tener plomo en su cuerpo, como consecuencia de los perdigones que aún tiene alojados.
El uniformado fue condenado por los delitos de lesiones graves y vejación injusta, pero fue absuelto del cargo por apremios ilegítimos que había solicitado la Fiscalía originalmente, y por lo que arriesgaba diez años de prisión.
Ahora los ataques fueron efectuados contra su hermano menor, Israel, al interior del Lof Dawüllko Karülen. El joven resultó sin heridas tras alcanzar a protegerse, tal como informó radio Kvrruf.
En medio digital publicó fotografías donde puede ver el estado en el que quedó su vivienda y la camioneta que usa para trabajar.
“Esto es hostigamiento y amedrentamiento. Lo que suele suceder cuando se entra en estos procesos de recuperación (…) Fue una situación grave, no midieron consecuencia porque fueron muchos disparos. Estamos psicológicamente muy preocupadas por lo que ocurrió”, comentó Ada Huentecol, madre de ambos jóvenes, en conversación con Radio Kvrruf.
Desde el Lof Dawüllko Karülen también denunciaron persecución a otros integrantes de la comunidad, principalmente seguimiento por autos particulares. El siete de enero de este año, fueron desalojados por efectivos de FFEE desde el fundo El Laurel (a cargo de la Forestal Mininco).
“Mi hijo decidió quedarse sólo en casa. Seguramente lo estaban vigilando, porque en el momento en que la familia salió comenzaron los disparos”, explicó Ada Huentecol.