En 1949 las mujeres ganaron el derecho a voto en las elecciones presidenciales y participaron por primera vez en 1952, donde fue electo Carlos Ibáñez de Campo. Desde entonces, nuestra participación en los procesos electorales se fue ampliando gradualmente hasta 1970 cuando prácticamente se alcanzó a los votantes masculinos. Ahora, este 15 y 16 de mayo, se votará a quiénes redactarán una nueva Constitución con paridad de género para construir un país más igualitario. Aquí el registro fotográfico de La Otra diaria, donde cientos de mujeres concurrieron orgullosas a votar.
Es importante recordar que los últimos 30 años la representación femenina en el Congreso Nacional ha sido reducida. Si bien ha ido aumentando lentamente, las cifras de senadoras y diputadas no han conseguido sumar una representación superior al 20%. Por esta razón es tan importante poder escribir la primera constitución paritaria en la historia, no sólo por el derecho a participar en iguales condiciones, sino que además se añadirán políticas con enfoque de género, saldando una deuda histórica con las mujeres.
Los temas que se pueden incorporar, al discutirse en igualdad, son por ejemplo son: vivir una vida libre de violencia (a la fecha ya han ocurrido 19 femicidios, dos de ellos castigos feministas y otros dos suicidios femicidas, según la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres). En septiembre del 2020, las denuncias ante la Dirección del trabajo por Acoso sexual llegaron a 380, donde un 58,4% de las víctimas se identificó como mujer, un 0,05% como hombres, y un 36,5% no quiso especificar su sexo. Un segundo tema será la igualdad salarial, una brecha que se ha mantenido por décadas (según la OCDE es un 27,2% mayor en los hombres). También se deberá otorgar reconocimiento al valor del trabajo doméstico, de cuidado no remunerado y la corresponsabilidad social.
El patriarcado sigue enquistado culturalmente en Chile, y estos son algunos solo algunos puntos entre tantas desigualdades que se viven a diario. Llegó el momento de cambiar estas realidades.